El Wasta es uno de los pequeños pueblos que están al sur de Egipto. Y unas horas en coche pusieron ahí a los investigadores, que se toparon con la barrera idiomática de que los locales no supieran inglés. Afortunadamente Anne Crowe tenía importantes nociones de árabe, y pudo solucionar la papeleta.
Tras indagar durante un par de horas, consiguieron llegar a la cabaña de la anciana de la que les hablara Besart, y fueron recibidos por su hijo Unba, un ex-trabajador de la expedición Carlyle, a quien le faltaba un brazo y parte del rostro. La madre, Nyti, una mujer increíblemente anciana, o al menos decrépita, les avisó de que se enfrentaban a un mal muy poderoso, y que tenía algo para ellos.
Les entregó una piedra con un símbolo grabado, y luego cayó en una especie de trance comatoso. ¿Qué significaba aquella piedra? El tono rojizo sugería que pudiera tener relación con la Pirámide Roja de Dhashur, que habría de ser su siguiente parada en el camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario