Mombasa


Después de haber abandonado Egipto precipitadamente, el grupo se dividió, dejando a Howlett y Crowe camino de Australia y a Elizabeth Shawn rumbo a Mombasa, siguiendo la ruta de la expedición Carlyle (y a poder ser no emular su destino).

Una vez en Mombasa, una corazonada de Elizabeth les hizo visitar la Iglesia de St. James, donde tuvieron la oportunidad de conocer al padre Claremont Evans, que tomó, para perjuicio de su salud mental, confesión a Leone y Montana.

Pero la parte más sorprendente fue para Elizabeth Shawn, cuando aquel sacerdote que tan familiar le resultaba resultó ser el desaparecido Charles Shawn, su padre biológico que en su infancia la dejó bajo el cuidado de su tío, y desapareció sin dar señales de vida.

Sacrificios, sectas, monstruos, peligros, intentos de asesinato… Elizabeth Shawn pensaba que su mente estaba dispuesta para digerirlo todo. Todo menos eso.

Tal vez ya era tarde para recuperar el tiempo perdido, pero el padre Evans, o mejor dicho Charles Shawn, se sintió en la obligación de acompañar a los investigadores a Nairobi, por lo que cogió con ellos los billetes para el expreso de Nairobi.

Bajo la atenta mirada de un indio misterioso...

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