Shanghai: la ciudad

Shangai está construida en el delta del Río Yangtsé cerca tanto del Gran Canal como de los nuevos ferrocarriles. El terreno sobre el que se alza la ciudad es principalmente de aluvión y prácticamente llano; un elaborado sistema de diques y barreras protegen la ciudad contra mareas, inundaciones y tormentas. El drenaje es un problema permanente y la tabla acuática es muy alta por lo que el agua potable y la eliminación de residuos presentan complicaciones permanentemente. Se trata de una ciudad sin grandes edificios; la mayoría tienen menos de cuatro pisos.

Todo el mundo se queja del calor y la humedad del verano y el otoño. Las temperaturas son como las de Nueva Orleans pero los veranos de Shangai son más húmedos (con unos 30-50 litros por metro cuadrado de precipitación al mes) y los inviernos más secos. En verano y otoño los tifones, procedentes del mar, barren la ciudad, más o menos como hacen los tornados en el Sur de los Estados Unidos.

En toda China se toman precauciones contra el robo que dejarían estupefacto a cualquier ciudadano de una ciudad occidental de la época: los hogares de la gente rica están escondidos tras paredes lisas y recias verjas; todo el mundo tiene barrotes en las ventanas; mucha gente emplea guardias y vigilantes; negocios grandes y muy rentables operan en condiciones miserables; banqueros pudientes no visten mejor que sus empleados. Los investigadores deberán mirar muy de cerca para saber quién es poderoso, quién es pobre y quién pretende cambiar de estado.

IDIOMAS

El Inglés sirve adecuadamente dentro de la Concesión Internacional mientras los investigadores limiten sus preguntas a las del tipo: “¿Dónde está...?” Los policías chinos de uniforme son educados y les gusta cooperar. Existe un pequeño listín telefónico del cual tienen ejemplares los edificios del gobierno, los buenos hoteles y los negocios más prósperos, y también existen algunas cabinas. El servicio de telégrafos y el de correos son fiables pero los correos privados cuestan menos que un sello y son más rápidos.

Fuera de la concesión los investigadores deben hablar Chino mandarín o llevar guías-intérpretes para todo. De vez en cuando pueden tener lugar encuentros con misioneros, comerciantes y empleados de los gobiernos coloniales; los funcionarios chinos suelen estar alineados con uno o más señores de la guerra, facciones políticas, bandidos, bandas de los bajos fondos y/o oligarcas. En China no existe en esos momentos (y desde hace años) un gobierno central efectivo, y no existirá otro hasta que los comunistas solidifiquen su poder a principios de los 50. Sin la ley o las costumbres el poder individual se ha convertido en el factor dominante.

Los chinos y los japoneses escriben primero el apellido de una persona y después el nombre.

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